Te recuerdo a mi lado tumbada
hablándome entusiasmada
de todo lo que íbamos a hacer,
a ser.
Mientras me evado por la ventana
siento tu poderosa mirada
y un placentero olor a café,
a piel.
Entra la noche en la casa
igual que tú entrabas en mis sábanas
llenando de tristeza todo mi ser,
mi ayer.
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